Nuevas luces en una calle de San Telmo
LAS COLOCO EL GOBIERNO PORTEÑO CONTRA LAS PAREDES DE LAS VIVIENDAS EN ESTADOS UNIDOS
Que no alumbran, que no respetan la estética de San Telmo, que son una vía de acceso a los balcones de los vecinos y los deja expuestos a los robos. Las nuevas luminarias instaladas en la calle Estados Unidos, despiertan muchas críticas y pocos halagos entre los vecinos.
Colocados contra las paredes, muchos postes de luz desembocan en balcones. Dejando de lado lo molesto de tener una luz de calle en la ventana de la habitación, para los vecinos las nuevas luminarias son un peligro. "Es una invitación a robar. Me siento inseguro con un farol que de a la ventana", dijo Juan Pablo Cogoma, encargado de un hostel boutique en la esquina de Estados Unidos y Bolívar. Desde el ministerio de Espacio Público, Daniel Garayo, director general del Area de Regeneración Urbana y Alumbrado responde: "Los postes tienen más de seis metros y no son fáciles de trepar. Sobre la avenida Libertador también está este sistema y nunca pasó nada".
Los vecinos sin balcón tienen sus peros. Sandra Villarroel y su marido, desde su kiosco en Estados Unidos al 400, opinaron: "De noche esto es una boca de lobo. Encima dejaron las veredas rotas y en las bases hay escombros y cables al aire". Isidro Nava, dueño de una ferretería, explicó: "ni siquiera llegan hasta la otra vereda. De noche la cuadra es un peligro". Es que la iluminación callejera sólo se coloca de una mano. Aída Pallares, vive sobre Estados Unidos al 500 y su casa está en la vereda de enfrente, en una de las que no hay faroles. "La cuadra quedó muy oscura y no se ve nada desde que desactivaron las luces viejas", dice. Según explica Garayo, "es una sensación de los vecinos. Las mediciones dan como resultado que hay más luz que antes".
En San Telmo tampoco están conformes con la estética de los faroles. "No tienen nada que ver con el barrio", opinó Aída. Isidro agregó: "por un lado preservan el empedrado de las calles y por otro instalan estos faroles modernos". Garayo responde: "Los elegimos porque son de alta tecnología, requieren poco mantenimiento y redujeron un 35% el consumo de electricidad".
Entre el Gobierno y los vecinos de San Telmo, la polémica es recurrente. El ensanchamiento de una de las veredas de Estados Unidos también despierta críticas porque los camiones se suben a la vereda para descargar mercadería ya que no entran en esta versión angosta de la calle. El Gobierno tuvo que ceder en dos oportunidades: sacó los parquímetros y dio marcha atrás con la idea de peatonalizar la calle Defensa.
Colocados contra las paredes, muchos postes de luz desembocan en balcones. Dejando de lado lo molesto de tener una luz de calle en la ventana de la habitación, para los vecinos las nuevas luminarias son un peligro. "Es una invitación a robar. Me siento inseguro con un farol que de a la ventana", dijo Juan Pablo Cogoma, encargado de un hostel boutique en la esquina de Estados Unidos y Bolívar. Desde el ministerio de Espacio Público, Daniel Garayo, director general del Area de Regeneración Urbana y Alumbrado responde: "Los postes tienen más de seis metros y no son fáciles de trepar. Sobre la avenida Libertador también está este sistema y nunca pasó nada".
Los vecinos sin balcón tienen sus peros. Sandra Villarroel y su marido, desde su kiosco en Estados Unidos al 400, opinaron: "De noche esto es una boca de lobo. Encima dejaron las veredas rotas y en las bases hay escombros y cables al aire". Isidro Nava, dueño de una ferretería, explicó: "ni siquiera llegan hasta la otra vereda. De noche la cuadra es un peligro". Es que la iluminación callejera sólo se coloca de una mano. Aída Pallares, vive sobre Estados Unidos al 500 y su casa está en la vereda de enfrente, en una de las que no hay faroles. "La cuadra quedó muy oscura y no se ve nada desde que desactivaron las luces viejas", dice. Según explica Garayo, "es una sensación de los vecinos. Las mediciones dan como resultado que hay más luz que antes".
En San Telmo tampoco están conformes con la estética de los faroles. "No tienen nada que ver con el barrio", opinó Aída. Isidro agregó: "por un lado preservan el empedrado de las calles y por otro instalan estos faroles modernos". Garayo responde: "Los elegimos porque son de alta tecnología, requieren poco mantenimiento y redujeron un 35% el consumo de electricidad".
Entre el Gobierno y los vecinos de San Telmo, la polémica es recurrente. El ensanchamiento de una de las veredas de Estados Unidos también despierta críticas porque los camiones se suben a la vereda para descargar mercadería ya que no entran en esta versión angosta de la calle. El Gobierno tuvo que ceder en dos oportunidades: sacó los parquímetros y dio marcha atrás con la idea de peatonalizar la calle Defensa.
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