NUESTRA CIUDAD Y SU ARQUITECTURA


Parte I

Desde este espacio trataremos de ver nuestra ciudad desde un punto de vista distinto.

La ciudad es el reflejo de su sociedad, la nuestra no está exenta, el reflejo de su gente, de su arquitectura; y tiene la imagen que nosotros mismos queremos y podemos darle.

Cada uno de nosotros es responsable directa o indirectamente, en mayor o menor medida de su estado y de sus formas. Debemos entender que no solo los organismos estatales son los responsables, existe una cuota por parte nuestra como habitantes y ciudadanos que no podemos delegar en las autoridades de los gobiernos de turno. Sí exigir a estos el cumplimiento de sus obligaciones, y esa es una de nuestras responsabilidades.

Nuestra ciudad es aquello que nosotros somos, su estado, su armonía, su forma, sus ruidos, sus colores, sus texturas, su vegetación, sus aromas, son aquellas cosas que generamos, y todo concluye en “la imagen de nuestra ciudad” y esa imagen incluye a la arquitectura.

Dentro de esa imagen y de esa arquitectura desarrollamos nuestras actividades, que están directamente vinculadas a la ciudad y a su arquitectura, creando las vivencias de todos los días.

Por ello se dice que la arquitectura está alrededor de nosotros y afecta de maneras innumerables a las personas todos los días. En ella vivimos, jugamos, trabajamos, estudiamos, paseamos, etc.

No tiene ningún éxito la arquitectura de nuestra ciudad si no funciona para las personas que conformamos esta sociedad.

Un ejemplo claro de ello son las construcciones de viviendas que se realizan, tanto las nuevas como las remodelaciones, muchas veces realizadas sin planificación y sin control estético, algunas veces supeditado al factor económico, otras improvisadamente, ignorando el entorno donde se encuentra inmerso, omitiendo las tipologías, los rasgos particulares de la zona y los condicionamientos de los códigos de edificación y planeamiento, que normalmente no todos los habitantes de nuestra ciudad conocen ni tienen la obligación de conocer, pero….sí de respetar y hacer respetar. Llevemos esto mismo a otro aspecto, al modo de ejemplo, no todos los ciudadanos conocen las leyes de su ciudad, provincia o país pero si saben que existen y ante un problema recurren a un profesional en la materia.

Desmejorar la imagen de nuestra ciudad es increíblemente fácil, hagamos cualquier cosa para alterar e ignorar todo lo dicho anteriormente y seremos los responsables de la ciudad que queremos.

Las ciudades tienen el encanto de su gente, en una ciudad cuya convivencia social se encuentra en armonía y donde el respeto, en todos sus aspectos, es prioritario resulta en la imagen de la ciudad y su encanto.

La arquitectura, otorga la posibilidad de crear y generar belleza y funcionalidad, esto no es un concepto actual, fue dicho por el tratadista romano Vitrubio quien fijó en el siglo I a.C. las tres condiciones básicas de la arquitectura: Firmitas, utilitas, venustas (resistencia, funcionalidad y belleza).

Dado que la arquitectura es un arte o ciencia capaz de proyectar y construir edificios perdurables. Sigue determinadas reglas, con objeto de crear obras adecuadas a su propósito, agradables a la vista y capaces de provocar un placer estético, esto llevado al conjunto social influye en el aspecto de una ciudad. En su imagen y su arquitectura.

Arq. Daniel Garayo

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